La suerte sólo era una máscara del azar, que lo único que nos da son palmas en las espaldas acompañadas de sonrisas vacías que lo único que quieren es verte inactivo y perderte de vista, para escuchar al siguiente paciente con más cuerdas historias dementes.
Te fuiste tan pronto, tan joven y cercano… Me dejaste sólo con estas armas de melodía y te fuiste para no volver. Aunque dijesen que estabas enterrado, a día de hoy no dejo de pretender encontrarte en cualquier lugar como por ejemplo el pasillo…
¿Me estaré quedando loco?
No hay comentarios:
Publicar un comentario