Llantos de la soledad,
lloviendo en el lugar,
se congela la realidad, el
hielo en el cristal.
Viendo un nuevo amanecer,
volviendo a renacer,
recuerdos del ayer que a
oscuras no se ven.
Con aire nacen olas en el mar
arrastradas por el temporal,
su muerte en esa orilla está,
tras este paisaje de libertad.
Horizontes de libertad,
tierras donde podamos ir a soñar.
Espejismos de libertad,
reflejos en el horizonte
donde más allá hay autoridad.
Horizontes de libertad,
tierras donde podamos ir a soñar,
a soñar... a soñar sin
despertar.
Nuestros ojos se abren en la
inmensidad,
los sueños muertos vuelven
desde el más allá.
rodando por la carretera sin
pensar en el final,
dejemos que las ruedas nos
lleven solas hacia ese lugar.
Llévame a ese lugar donde no
haya rastro de humanidad,
llévame a ese lugar donde
nadie nos pueda controlar,
llévame a ese lugar donde
podamos soñar en libertad,
llévame a ese lugar donde
podamos soñar sin despertar.
Cuanto quisiera alcanzar la tierra prometida de un solo salto,
tocar su esencia y fundirme en ella con tan sólo alargar la
mano.
Vayamos hacia el horizonte a la caza de alguna estrella,
esperemos sin dejar de caminar y entonces será nuestra.
esperemos sin dejar de caminar y entonces será nuestra.
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